Trilce XLVIII

[Marina Arrate (Santiago)]

                                   

Habida cuenta el mar

 

Vallejos juega con la moneda 69

la predilecta 69 que corre

                                hacia adelante

como quien sabe que

como es arriba es abajo

                               Novalis dixit

en código erótico, multiplicándose y

recogiéndose

 

Habida cuenta el mar, querido 

Vallejos, que sube y baja

como el hambre en Ayacucho

y en Paris sumando y

restando las monedas

púnicas de la tristísima Cartago

devastada por la sal.

 

Habida cuenta el mar, las mareas

que enloquecen las sumas cómicas

– parecía la multiplicación de los panes

   pero no fue la multiplicación de los panes –

– tampoco fue el perdonazo de los diez mil denarios –

 

era fascinante

parecía una lluvia de monedas de oro

cayendo en los bolsillos de la mente

alegres divertidas jocosas risueñas

persiguiéndose timpanísticas sonoras

entre piñones y piñones

habida cuenta el mar, querido Vallejos,

chisporroteando

69 veces el hambre

                        la vida entera