[Montserrat Fernández (La Paz)]
Parodia del poema 59 de Trilce
bajo el invierno de la kantuta
Para lo de arriba se sacrifica
la lulinchu como toda rezagada
en movimiento de imperceptible giro y giro
para el ojo nuestro se crucifica
condena simétrica en la mirada.
Detenida en el arbusto de flor longeva
la lulinchu se preña de potencia quimérica
extensión de alas luego, ¡retirada!
epílogo acaso de toda alacrobacia.
Gira en la kantuta, ofrenda al sol de cayados
y se disipa el giro en el ramaje
y se equilibra el eje en el giro
de un caerse por ausencia de flancos;
el balance es consabido
vuelta y vuelta ha germinado
el resguardo de un recinto
Centrífuga que sí, que sí,
que Sí,
que sí, que sí, que sí, que sí: NO!
Y se retira hasta azular, y retrayéndose
Endurece, hasta apretarse el alma